Nerviosismo, fantasmas, falta de ideas y un nuevo trabajo que se necesita con urgencia demostró hoy Colo Colo en el Estadio Monumental ante 10 mil personas que no pararon de alentar.
El equipo comenzó con un 3-5-2, una “patada a la pizarra” de Luis Pérez que en principio resultaba con la movilidad de Olivi y Gutiérrez y las intentonas de Paredes, como un tiro libre, mismo expediente que usó Scotti.
Pero a los 19' vendría el primer baldazo: foul dudoso, pelota al corazón del área, Molinas que soltó la marca y Olivares que se quedó pasmado, sin siquiera pensar en salir a arrasar con todo y, por lo menos, cometer el error ahí. Omar Merlo de cabeza para un gol que lo hemos visto 10 mil veces este año.
El golpe se sintió, como un boxeador “blando de pera”. Y a los 22', Scotti se complicó ante la presión de Teuber, quiso descargar con su arquero pero este en vez de dejarla pasar al córner o sacarla del estadio, trató de controlar, se la quitó Prichoda y anotó ante una incredulidad total de la gente. La pelota salió, pero eso da lo mismo: ahí se revienta igual.
Un hincha se metió desde el sector Arica a la cancha y agredió a un guardia de seguridad, la gente cantaba y cantaba y el ambiente era de una tensión que no se veía hace mucho en el Monumental. El Cacique se fue con más ganas que otra cosa y a los 27', Olivi metió pase profundo preciso para Paredes, éste controló y definió ante la salida de Veloso para la ilusión. Hubo un par más pero no alcanzó, al descanso.
TRABAJO DE SICOLOGÍA Y REPETICIONES URGENTE
Colo Colo salió al segundo tiempo igual de desdibujado. Salió Molinas por Muñoz y se armó un “cuadrado” en ataque donde se turnaban para generar fútbol, pero que Scotti fuera el que terminara muchas veces la acción indicaba que no había una idea.
A los 49' un tiro libre de Paredes, a los 69' un cabezazo de Scotti que se perdió por poco, a los 71' el capitán que se trató de sacar a Veloso pero definió mal y a los 72', Wilchez que le partió la cara a quemarropa de un bombazo al golero visitante. Todas opciones generadas por empuje.
Entro el Chapa Fuenzalida y demostró, de inmediato que si Rieloff va a jugar tiene que ser de lateral derecho: pelota hacia el sector del blondo y éste con un remate furioso venció a Veloso, aunque estaba en posición de adelanto. Qué importa, era al menos un empate.
Marco Medel ingresó también pero nunca hizo lo que la jugada pedía: cerca del final, trató de gambetear en vez de mandar un pelotazo “a la olla” donde esperaban cuatro delanteros y Polic lo terminó.
Era un partido que, si se hubiera dado dentro de cánones normales, Colo Colo lo ganaba sin brillar, pero lo ganaba. Pero hay que fortalecer el trabajo en la semana en búsqueda de una idea, repetir y repetir ejercicios y hacer una labor sicológica importante. El nuevo técnico debe venir luego, el cambio de aire es urgente. Y los debe conocer, ergo, debe ser un adiestrador chileno. Es lo que pide esta urgencia para salir adelante.
